Cocinas blancas de diseño
La cocina es un espacio de enorme importancia dentro de nuestro hogar, ya que pasamos en ella mucho tiempo. Ya no solo se trata de un sitio donde comer o cocinar, sino que se ha ido convirtiendo en un espacio multifuncional donde trabajar, estudiar, descansar, compartir y conversar con nuestras personas más cercanas. Cuando pensamos en una cocina, rápidamente nos vienen a la cabeza tres características básicas: calidad, funcionalidad y limpieza.
Las cocinas de color blanco siguen siendo tendencia a día de hoy y te vamos a explicar por qué:
- Dan sensación de limpieza y amplitud.
- El color blanco aporta luminosidad.
- No cansan visualmente.
- Son fáciles de decorar.
- El monocromatismo resulta elegante.
Cuando nos planteamos una reforma del hogar, tenemos que tener en cuenta que va a suponer un desembolso económico importante, y por eso es fundamental que no nos cansemos rápidamente de nuestra cocina, pues vamos a pasar muchas horas dentro de ella. Una cocina en color blanco nos va a permitir cambiar fácilmente la decoración modificando solamente algunos detalles.
Los diseños de cocina se están volviendo cada vez más minimalistas, y por eso es importante ocultar o integrar los armarios en la pared, dando la sensación de formar parte de la misma. Deberemos incorporar soluciones inteligentes de almacenamiento para aprovechar el espacio al máximo, por ejemplo, llevando los armarios hasta el techo o utilizando cajones profundos y con sistema de cerrado automático. Madera, acero y vidrio son los materiales modernos tendencia para armarios y estanterías en cocinas blancas de diseño. Como el blanco se adapta a todo, podemos incorporar muebles con acabado mate o muebles con brillo y combinarlos con accesorios en aluminio o acero inoxidable. Si buscas algo seguro, incorpora unas baldas de madera, la madera y el blanco son la pareja perfecta.
Si tenemos en cuenta los principales usos que le vamos a dar a nuestra cocina, veremos que una de las claves es la elección de los materiales, que deben ser duraderos y fáciles de limpiar. El acero inoxidable es una elección formidable que sigue vigente por lo fácil que es de combinar. Los diseños de cocina más modernos siguen apostando por fregaderos de este material. Otra buena opción que gana adeptos cada día son los fregaderos de granito compuesto, un material no poroso, higiénico y resistente al calor.
La encimera es uno de los elementos más importantes dentro de la cocina, por lo que es necesario escoger la más apropiada para nuestro estilo y necesidades. Además de su función estética, tenemos que buscar una encimera de gran dureza y que soporte bien las altas temperaturas. En esta línea, las encimeras de mármol resultan de lo más adecuado para este tipo de cocina blanca moderna. El mármol blanco sigue siendo tendencia, tanto en la encimera como en paredes o suelos. Las hermosas vetas de este material dan movimiento a las cocinas minimalistas blancas, y su elegancia ayudará a reforzar el estilo de tu cocina, haciéndola mucho más sofisticada. Otra ventaja decorativa de las encimeras blancas es que son perfectas a la hora de resaltar cualquier accesorio de color.
El granito es otro material muy recomendable para la encimera, por su durabilidad y porque es capaz de soportar el calor perfectamente. El granito negro combina maravillosamente con el blanco de la cocina y va también muy bien con el acero inoxidable y la madera, por lo que resulta una alternativa de lo más recomendable. Otra ventaja añadida de este tipo de piedra es que resulta fácil de conseguir y además es bastante asequible económicamente. Las variedades de color blanco, negro y beis son las más populares y las que mejor se adaptan.
En cuanto al suelo, aunque el contraste de color consigue un efecto muy atractivo, la madera de color claro disimula mucho mejor las imperfecciones y las manchas. Últimamente el mercado se inclina hacia los materiales sintéticos en los suelos. Así, gracias a un pavimento sintético con efecto madera, conseguiremos aportar calidez a nuestra cocina y podremos mantenerlo limpio sin apenas esfuerzo. El suelo de madera también puede servir para separar dos espacios: la zona de cocina y la zona de comedor.
Las cocinas modernas a menudo incorporan una mesa de comedor o una isla central donde realizar la preparación de alimentos. La inclusión de este elemento tiene la función de integrar la cocina en el salón o el comedor de una forma armónica. Cuando las cocinas están abiertas al salón, debemos tener en cuenta que tanto el color blanco como las líneas rectas facilitan la continuidad en espacios contiguos. Si colocamos la isla en el centro, podremos acceder cómodamente a ella desde cualquier punto y no supondrá un obstáculo, pero una isla perimetral es la elección perfecta si disponemos de un espacio grande abierto. Cuando la cocina es pequeña, no debemos desaprovechar el espacio con muebles innecesarios, así que, como solución, podemos recurrir a una cocina americana, sustituyendo la mesa por una pequeña barra con taburetes altos, elemento moderno, funcional e integrador que no falla jamás.
La iluminación es una técnica decorativa que permite aumentar la sensación de espacio, por eso debemos darle especial importancia tanto a la luz natural como a la artificial. Lógicamente hay que dejar pasar la mayor cantidad posible de luz a través de las ventanas, que serán cuanto más grandes mejor, proporcionando así, además de luz, una ventilación más efectiva. El punto focal puede estar camuflado en los muebles, incrustado en el techo, o podemos elegir una moderna lámpara colgante que dará un toque sofisticado a nuestra cocina blanca. La combinación de las tres opciones también es una opción válida.
Integrar algunos detalles clásicos o antiguos en una cocina moderna va a darle calidez y personalidad, por lo que no debemos dudar en hacerlo si la idea nos gusta. Los pequeños detalles son fundamentales en decoración, y personalizar los espacios hace que sean mucho más confortables, así que atrévete a colgar un cuadro o una fotografía que convierta esa cocina en un lugar único. También puedes incorporar algún mueble o pieza textil en otro color que resalte y dé vida a tu cocina, por ejemplo, unos taburetes tapizados que podrás cambiar en cualquier momento.
Ese contraste lo puedes lograr también simplemente con un papel de efecto textil en una zona poco delicada de la cocina. Si escoges uno con un color que tenga fuerza, conseguirás marcar la zona y darle muchísima personalidad a todo el conjunto. El resultado será maravilloso.
Las piezas de carpintería, como puertas o rodapiés lacados, son una apuesta segura para la cocina blanca de diseño. Si optamos por una puerta corredera, podremos integrar y separar espacios inmediatamente y aprovecharemos además hasta el último centímetro.
Un consejo a la hora de decorar tu cocina es que evites la combinación de distintos tonos de blanco e incluso mezclar blanco mate y blanco brillante. Aunque pueda parecerlo, no todos los blancos son iguales, así que debes tener mucho cuidado en este sentido.